lunes, enero 23

Encontrar tu lugar




Cuando era pequeña tenía un diario. No era un diario rosa con purpurina, ni de princesas como suelen ser los que venden ahora. Era un diario marrón oscuro con tapas de cuero que encontré en uno de esos cajones donde se acumulan cosas de la casa que nadie utiliza y me lo apropie. Empecé a escribir allí, le contaba lo que hacía, lo que pensaba y lo que me pasaba. Recuerdo que me dirigía a él como si fuese una persona y como si allí solo existieran nuestras leyes.

Me divierte leerlo porque existe en esas hojas una pequeña Laura un poco particular que a veces no reconozco pero que adoro. Entre todas esas páginas hay una que para mí es un tesoro, pone de título "todo lo que me gusta y me gustaría"...  así con determinación, como si allí estuvieran escritas las cláusulas de un pacto entre mi imaginación y mi futuro. Dice cosas como "visitar  Francia", " tener un telescopio", "ir al amazonas" "me encantan los días que hace frío en verano" y más cosas por el estilo... adorable, me dan ganas de meterme en las hojas y abrazar fuerte a esa pequeña...!  pero lo más interesante está en la quinta línea, dice: "vivir en una isla desierta" 03-10-1989

Así, como si nada, a esa pequeña sabandija se le ocurrió pensar que le gustaría vivir en una isla desierta, como si creyera que solo por escribirlo allí algún día sería verdad... que inocente no?

Fuerteventura no es una isla desierta de gente (que posiblemente eso fue lo que Laurita quiso escribir) pero no tiene ni una gota de verde, llueve solo una o dos veces al año. Estamos rodeados de cactus y cabras, es árida, seca y marrón, así que más o menos la pequeña atrevida sabía lo que se proponía.

Lo que esta isla  tiene es una multiculturalidad a la que los isleños han sabido darle un lugar. Unos paisajes tan desnudos y puros que te cortan la respiración. Un sol gigante que nos nutre y nos acompaña casi todos los días del año (excepto los dos días que llueve). Tiene a su gente local que es muy noble y que sabe hacerte un lugar en su corazón y sobre todo, esta isla humilde permite que quienes de verdad quieren quedarse aquí encuentren su sitio, su pequeño lugar en el mundo donde hacer realidad sus ilusiones.

Hoy puedo hacer fotos en la arena, en las rocas, en el agua. Puedo hacer fotos con una luz que me maravilla cada día. Puedo hacer fotos a gente que se siente libre, conectada con esta tierra y feliz de vivir aquí, igual que yo.

El reportaje que les quiero mostrar a continuación es ejemplo de esa conexión tan especial que se puede sentir con Fuerteventura. Ellos son Dalila, Jonathan y su pequeño, una familia agradecida con la naturaleza y con nuestra querida isla.
























5 comentarios:

  1. Qué tierna la historia de tu diario Laura! Me encantó! Y qué visionaria Laurita :)
    Qué bien has sabido sacar la belleza de esta familia tan guapa, porque le has sacado la belleza que tienen por dentro, me ha encantado encontrármelos aquí ;)
    Besos!!!

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    1. Gracias por tus palabras!!!
      Esta familia es adorable y me dejaron que hiciera con ellos estas locuras!!

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  2. Anónimo28 enero

    Hermoso reportaje Laura.Tambien me encantó la conexion de tu realidad con uno de tus sueños.

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  3. Anónimo01 febrero

    Bellisimo reportaje Lali!!!!!! y hermoso diario tambien!!!!!Abrazos!!!!! Paulakz.

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