Cuando Magda y Tony me contaron que se casarían y que sería una sorpresa para su familia me encantó la idea. Poder formar parte de esta historia desde el comienzo y compartir con ellos los meses previos de preparativos, la ilusión, los detalles hacen que cada día me guste más contar historias.
Lo planearon como si fuera el cumpleaños de 1 año de su peque. Las invitaciones eran para el cumple y citaban a todos los invitados a una hora concreta para festejarlo. Algunos amigos, los más cercanos lo sabían pero los papás no sospechaban nada y cuando llegó el día y todos ya estaban allí ansiosos esperando a Javi para saludarlo llegaron los tres juntos..... pero vestidos de novios!
La llegada de los tres fue genial. La emoción de los papás al ver llegar a sus hijos y a su nieto fue un momento irrepetible. Mi objetivo era capturar esas emociones para que cuando Javi sea grande pueda revivir el momento junto a sus papás y le cuenten las anécdotas de este día tan especial.
Siempre digo que cada boda es única y lo es porque cada familia lo es. En el caso de Magda y Tony la espontaneidad, las bromas y la originalidad fueron los dominantes durante todo el día y es lo que traté de fotografiar, su historia.
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