miércoles, noviembre 18

Una boda llena de hermosos detalles...






Cuenta esta hermosa leyenda:

"Había una vez dos sapos que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, los dos sapos patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar....

Uno de ellos dijo en voz alta: - “No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotado por un esfuerzo estéril”. Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragado por el espeso líquido blanco.
El otro sapo, más persistente o quizás más tozudo se dijo: - “¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mí último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora”.
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas. Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla. Sorprendido, el sapo dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente."

Basándose en esta linda historia Carmen y Patoe organizaron su boda, cada momentos y cada detalles de este día tuvo un significado especial. A cargo de la organización estuvo nuestro querido Pedro Ruiz que interpretó magníficamente la idea y convirtió el restaurante donde se celebró la boda en una verdadera "charca nupcial".

El diseño de la invitación fue un trabajo conjunto de Pedro y mio (basándonos en la idea que nos planteron los novios). En la invitación los novios les pidieron a los invitados que de regalo querían "un sapo" nada más que eso... y así crearon mucha expectativa entre sus familiares y amigos que no entendían el porqué de un regalo tan particular.

La ceremonia fue en uno de los muelles del puerto de la ciudad donde hay expuesto un esqueleto de una ballena. El entorno tan impactante junto a las voces del tenor Guillermo hicieron que sea un momento inolvidable.
Fue recién durante el almuerzo, en el momento de cortar la tarta de bodas, que los novios explicaron a los invitados el porqué de su petición haciendo referencia a la leyenda les dijeron que ellos eran los sapos de su charca ya que eran quienes los habían ayudado durante toda su vida para ser hoy quienes son.

Una boda inolvidable. Muy emotiva, bella en cada minimo detalle. 
La recordaré siempre con una gran sonrisa en mi cara.
Gracias Carmen y Patoe, ustedes son dos personas muy especiales.


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